top of page

Reglas Esenciales para Aplicar el Time Out de Manera Efectiva con Partners


This is an introduction to what comes next in this blogpost. The blog will have articles authored by Julio or others, as well as resources, and tips for things.

Usa el time out como un cortacircuito. Un time out es un freno de emergencia: como tirar del cordel que detiene un tren fuera de control. Sirve para DETENER una interacción que ya cruzó la línea o está a punto de hacerlo. Los time outs tienen una sola función: cortar en seco una interacción psicológicamente violenta o poco constructiva entre tú y tu pareja.


Pide el time out desde el “yo”.Pedir un time out tiene TODO que ver contigo y NADA que ver con la otra persona. Es decir: “No me gusta cómo me estoy sintiendo ni lo que estoy haciendo o a punto de hacer o decir”. También estás diciendo: “Independiente de cómo tú veas el problema, yo necesito un time out, así que lo voy a tomar”.


Toma distancia con responsabilidad.Los time outs son una forma de tomar distancia, y eso puede hacerse de forma provocadora o responsable. La forma responsable tiene dos claves: 1) una explicación y 2) una promesa de regreso. Por ejemplo: “Esto es por lo que necesito alejarme, y volveré en tal momento”. Si te vas sin decir nada, o sin aclarar cuándo volverás, eso se vuelve una forma provocadora de alejarse—y puede generar persecución verbal, emocional o física.


Usa la palabra “time out” o el gesto (la T con las manos) como señal.A veces, si abrimos la boca, pueden salir cosas feas. Si no puedes controlar lo que vas a decir, haz el gesto de la “T” con las manos o simplemente di “time out”. Tal vez no puedas decir algo amable en el momento, pero sí puedes elegir irte para calmarte. Puedes tener algo pactado con tu pareja como: “Amor, no me gusta cómo me estoy sintiendo y no confío en lo que pueda hacer. Me voy a calmar y volveré cuando esté más centrado/a”.


No dejes que te detengan.Los time outs son unilaterales. No es una conversación ni una negociación. No estás pidiendo permiso. Una vez que lo tomas, debes irte. No sigas hablando, no te quedes en la misma pieza. Va a otra habitación y cierra la puerta suavemente. Si tu pareja no te deja en paz, sal de la casa—con o sin los niños—y anda a tomar un café o caminar un rato. Si te bloquean físicamente, considera llamar a un amigo o, en casos extremos, a Carabineros. Tienes derecho a tomar espacio por el bien de la relación.


Haz chequeos a intervalos preestablecidos.Tomar distancia de forma responsable no es un castigo ni una venganza, es una forma de calmar las cosas. Por eso, es clave que hagas chequeos con tu pareja a intervalos regulares: 20 minutos (mínimo), 1 hora, 3 horas, medio día, un día completo, o hasta el otro día (máximo). Puedes hacerlo en persona, pero a veces un mensaje o una llamada funciona mejor. La idea es ver si tú y tu pareja están listos para reconectar. Respetar los límites de ambos es fundamental.


Recuerda el objetivo.El objetivo del time out es detener comportamientos emocionales inmaduros, violentos o destructivos. Eso es más importante que cualquier otra cosa en el momento. Mejor comunicación, más presencia emocional o negociación solo pueden ocurrir si primero somos capaces de detenernos antes de actuar con rabia o crueldad. Sin eso, nada más funciona.


Vuelve en buena fe.El time out se termina cuando ambas personas están lo suficientemente centradas como para volver a tener una interacción positiva. Solo tú puedes saber si estás realmente listx para volver—tu pareja no puede decidir eso por ti. Estar listx significa que ya no estás con resentimiento, ni con enojo escondido, ni atrapadx en la culpa. Vuelve cuando sepas, desde adentro, que puedes estar en paz.


Pon una pausa de 24 horas sobre el tema original (y otros temas conflictivos).Un error común después de un time out es volver de inmediato a hablar del problema que causó el conflicto. No lo hagas. Probablemente solo reiniciará la pelea. En vez de eso, prepárense un té, dense un abrazo. Esperen 24 horas o acuerden otro momento para retomar el tema.


Sabe cuándo, dónde y cómo pedir ayuda (¡y hazlo!).Si hay temas (como hijos, sexo, plata) que siempre terminan en conflictos feos, es señal de que necesitan ayuda externa para poder hablar mejor de eso. Puede ser alguien de confianza, un líder espiritual, un asesor financiero, un terapeuta, o coach. Si hay muchas áreas con conflictos repetitivos, quizás es momento de hacer trabajo relacional más profundo. Reconocer esto no significa que tu relación está mal; al contrario, es una forma de cuidarla—y de cuidarte a ti también.


La versión original de este material se encuentra en www.terryreal.com. Fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial y luego editado. Está destinado a los pacientes de práctica de habla hispana de Julio C. Dantas.

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page